Carmen Más-Arocas: “Dirigir el Chimo en Ontinyent fue un honor inmenso”

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La directora de Buñol se convirtió en protagonista de un momento histórico al guiar a más de mil músicos en la interpretación del himno oficioso de Ontinyent.

La última edición de las fiestas de Moros y Cristianos de Ontinyent quedará marcada en la memoria colectiva. No solo porque fueron las primeras celebradas tras la declaración como Fiestas de Interés Turístico Internacional, sino porque en la multitudinaria “Entrada de Bandas” se vivió un momento único: más de mil músicos interpretando la marcha mora Chimo, del maestro José María Ferrero Pastor, bajo la batuta de Carmen Más-Arocas.

Para la directora, natural de Buñol, la experiencia supuso un reto artístico y personal. “El verdadero desafío fue ser respetuosa con la partitura del maestro y, al mismo tiempo, captar en muy poco tiempo la atención de todos los músicos para lograr una buena interpretación colectiva. Era consciente de que Chimo es un segundo himno, un vínculo entre pasado y presente que emociona a todo Ontinyent”, explica.

Un acto de solemnidad y orgullo compartido

Más-Arocas reconoce que la responsabilidad estuvo presente desde el primer momento. Su participación en el Pregón de Marcos Morau le permitió sumergirse en la tradición local y entender la solemnidad de la fiesta. “Cuando suena Chimo hay un único latido, un orgullo compartido entre músicos, festeros y asistentes. Es un momento único y especial”.

En el instante en que levantó la batuta frente a los más de 1.000 músicos congregados en la Plaza Mayor, la emoción se desbordó. “Sentí una gran felicidad, por estar en un marco incomparable, y un inmenso honor por compartir escenario con tantos compañeros. No se puede explicar con palabras”, recuerda.

Una batuta entre grandes maestros

La directora subraya la importancia de haber formado parte de la nómina de directores y directoras que han tenido el privilegio de guiar este momento emblemático: “Es un honor formar parte de este cartel de maestros y maestras a quienes admiro y respeto profundamente”.

Con el paso de las semanas, el recuerdo sigue intacto. “Siempre llevaré conmigo el cariño recibido en Ontinyent. El Chimo de 2025 ya es historia, porque simboliza las primeras fiestas celebradas con el reconocimiento internacional. Fue un día de responsabilidad, felicidad y, sobre todo, de agradecimiento”.

El vídeo completo de la interpretación puede verse en este enlace: Chimo Massiu 2025.

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