Sea en solitario o como parte de Marala, Sandra Monfort se ha convertido en una de las músicas más genuinas e interesantes de una escena valenciana que no encuentra fronteras en cuanto entona la primera nota. El piano y la guitarra marcan su vida, pero es el viento de la banda el que le lleva al patio de su infancia, del que nunca se sale.
Al Compás: ¿Cómo se define Sandra Monfort como artista?
Sandra Monfort: Una tía lista, chula y elegante. Mi mood artístico es la canción popular, cotidiana, colectiva, el valenciano de pueblo y la sensibilidad de los millennials atravesada por las crisis y todas sus catástrofes emocionales derivadas. También por el auge del feminismo como transformación individual y global que nos ha hecho más capaces de torear los obstáculos con espíritu crítico y garra, y con la alegría como arma protectora para no fundirnos en el camino.
AC: ¿Ha tenido Sandra Monfort alguna relación con las bandas de música populares de la Comunidad Valenciana?
SM: Absolutamente. La banda es la matriz de las fiestas populares, que he aprendido a vivir con mucho de amor y dulzura, puesto que forman parte de mi patrimonio personal: como el pimiento torrado, la horchata o la xarraeta con mi abuela, el arroz al horno, las verbenas de verano, la paella de los sábados… Todo forma parte de una nostalgia íntima y espiritual que vertebran mi manera de relacionarme con el mundo y conmigo misma.
AC: ¿Algún instrumento que tocaste cuando niña?
SM: El piano y la guitarra siempre.
AC: ¿De qué comarca eres? ¿Qué canciones de allí son más especiales para ti?
SM: De la Marina Alta. Pepe tono, La manta al coll, De Pedreguer a la Xara, Ramonet si vas al huerto…
AC: ¿Qué instrumentos suenan en tus conciertos?
SM: Violín, guitarra, voces, sintetizadores, batería electrónica, samplers…
AC: ¿De qué manera crees que la tradición musical impacta en la identidad valenciana?
SM: Pienso que la identidad valenciana y la tradición musical se interpelan e interrelacionan. La manera de expresarse de los valencianos y las valencianas, a veces a través de la burla, el humor, la ironía, el garrulismo, también la sensibilidad, la dulzura, la ternura. El valenciano siempre ha formado parte del pueblo, de la clase trabajadora, de agachar el lomo. Esto también interviene en la cultura popular: los pasodobles, las pandillas de arrieros, las albaes, los cants de batre, las canciones de cuna, la saeta, el bolero… Todo esto representa la identidad valenciana a la vez mojada por las diferentes confluencias culturales vecinas que se han mezclado durante los años y la han ido haciendo rica y sabrosa.
AC: Si hicieras alguna colaboración con una sociedad musical, ¿cómo te gustaría que fuera?
SM: Me encantaría hacer algún día un concierto con la banda de mi pueblo, en mi pueblo.