¿Por qué hay algunos temas musicales que no te puedes quitar de tu cabeza?

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Seguro que te ha pasado. Ese tema, ese hit o simplemente esa canción muy tuya que conecta con tu cerebro y durante un día entero no consigues sacártela de la cabeza. O más allá: esa playlist que marca de por vida tu verano. Si sucede en cualquier parte del mundo, en nuestro territorio un poco más. Temas que suenan a calle y a Comunitat Valenciana.

Pero todo ello tiene una explicación conectada al ser humano desde tiempos inmemoriales. La música tiene la capacidad de despertar emociones, hacernos sentir bien, movernos e incluso sanarnos. En este sentido, la neurología se ha convertido en una disciplina que ha explorado las conexiones entre la música y el cerebro humano, lo que ha permitido comprender cómo funciona nuestra mente y cómo reacciona a la música. 

No es casualidad que una canción se cuele en tu pensamiento durante una semana entera. Hay unas cuantas razones…

  • La música es una forma de arte que involucra muchos aspectos cognitivos, emocionales y físicos del cerebro. Desde la percepción de la música hasta la emoción y la respuesta física, la música afecta a diferentes áreas del cerebro.
  • La memoria tiene un componente cognitivo y emocional. Si el cognitivo ayuda a almacenar información en el cerebro, el emocional aporta los sentimientos que acompañan a la memoria.  
  • Si la canción nos genera emociones positivas es más fácil que aguante más tiempo en la memoria. 
  • En ese sentido es básica la repetición de un mismo tema. Como suele explicar el neuropsicólogo y profesor por la Universidad Complutense, José Antonio Pérez Portellano, “para memorizar es necesaria la repetición sucesiva de los estímulos que deseamos archivar y, por tanto, la exposición repetida de una melodía puede facilitar su memorización. Pero es necesario que el estímulo que queramos memorizar (la canción) nos motive, ya que en caso contrario las posibilidades de generar nuevos circuitos cerebrales, es menor”, razonaba para El Confidencial.
  • Como los músicos sabemos, el impacto es mayor todavía con la práctica musical. Los estudios han demostrado que la música tiene un impacto en la neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse a diferentes situaciones. Por ejemplo, tocar un instrumento puede mejorar la coordinación y la memoria del cerebro.

La música y el cerebro, siempre al compás.

Foto: Miguel Ángel Calvo/FSMCV

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