Un homenaje audiovisual impulsado por la FSMCV recoge el testimonio de quienes han hecho posible que las bandas de música vuelvan a sonar tras la catástrofe.
“Recuperar esto es la vida. Sin esto no hay banda.”
Con esta frase arranca La música vuelve a casa, el vídeo impulsado por la Federación de Sociedades Musicales de la Comunitat Valenciana (FSMCV) como homenaje a todas las personas, entidades e instituciones que han hecho posible la recuperación de las bandas afectadas por la DANA. El audiovisual —producido por Agència Districte con Quatre Films— se ha convertido en la imagen de un proceso tan complejo como necesario: el regreso de la música a sus hogares.
A través de testimonios reales, el vídeo da voz a quienes lo han perdido todo y han vuelto a empezar desde cero. “Pensaba que este momento nunca llegaría”, confiesa una de las protagonistas. Otra lo resume con rotundidad: “Ya está a punto de volver a sonar”. Lo que se escucha no es solo la música: es el latido de los pueblos, de las asociaciones, de los ensayos, de los lazos. “Somos una familia de verdad, de las que se apoyan pase lo que pase”, afirma otra voz. Así, el vídeo traza un relato coral que va más allá de lo simbólico: habla de pertenencia, de resistencia y de comunidad.
Una respuesta solidaria sin precedentes
La DANA que azotó la Comunitat Valenciana a finales de octubre de 2024 dejó tras de sí un reguero de destrucción. Muchas sociedades musicales vieron cómo el agua arrasaba sus escuelas, sus auditorios, sus archivos y sus instrumentos. Lugares que no solo eran centros culturales, sino auténticos corazones sociales. “Era un momento crítico —explica Daniela González, presidenta de la FSMCV—. Debíamos evitar que muchos músicos y futuras generaciones se quedaran sin su espacio. No hemos parado hasta que las bandas afectadas han podido volver a funcionar en condiciones.”
Desde entonces, la FSMCV ha encabezado una movilización histórica. A través de una intensa campaña solidaria, se han articulado redes de apoyo con la colaboración de músicos, agrupaciones, entidades culturales, empresas y ciudadanía. Conciertos, donaciones, mensajes de aliento y una recaudación sostenida han hecho posible una recuperación gradual que, hoy, empieza a ser una realidad.
Instrumento a instrumento, la música vuelve a sonar
Uno de los ejes principales de la campaña ha sido la distribución de cientos de kits instrumentales, en especial de percusión, así como materiales educativos esenciales para la vuelta a los ensayos y a las clases. Pero el verdadero valor de esta reconstrucción no está solo en lo tangible. Como recuerda el vídeo, “recuperar esto es recuperar nuestra vida”.
Cada testimonio aporta una dimensión íntima del proceso: desde el silencio forzado tras la catástrofe, hasta el reencuentro con la actividad musical como una forma de felicidad compartida. “Juntarnos, tocar, es lo que nos hace felices”, resume una joven música. Y es que detrás de cada atril se esconden historias de convivencia, de crecimiento y de vínculo emocional que van más allá de la música.
Un impulso imprescindible para mirar al futuro
Este proyecto audiovisual no es solo un homenaje. Es también un punto de inflexión. Una manera de rendir cuentas con el pasado reciente y de abrir una puerta al futuro. Para muchas bandas, volver a sonar significa también recuperar su papel vertebrador en los municipios. Y para la FSMCV, este camino sigue. “La música no se detiene”, afirman. Y como concluye el vídeo, “siempre acaba volviendo”.
La música vuelve a casa no es solo una frase. Es una promesa cumplida, una declaración de principios y una muestra de cómo, incluso en los momentos más duros, el arte y la comunidad son capaces de renacer.
Vídeo: https://www.instagram.com/reel/DKPZQSHiTAm/?igsh=d3E1aHJ4NDE0OTln