Al ritmo del ‘Bolero de l’Alcúdia’ ha comenzado el concierto más especial de la historia de la Banda Sinfónica de Mujeres de la Federación de Sociedades Musicales de la Comunitat Valenciana (FSMCV). Las más de sesenta intérpretes que integran la unidad, bajo la batuta de Celia Torá Mateo, han dado vida a la obra con arreglo de Ángel García Martínez, al tiempo que formaban una coreografía en el Tinglado 2 de la Marina de València. Cuatro bailarinas de danza regional acompañaban este flashmob que ha dado inicio a un recital heterodoxo «para homenajear a todas las mujeres artistas», como ha remarcado Daniela González, presidenta de la FSMCV.
Esa ha sido la vocación de un concierto abierto al público que ha puesto el colofón a los actos programados por la Federación en torno al Día Internacional de la Mujer. La jornada en el icónico enclave de la ciudad ha comenzado a las 12:00 del mediodía con esta coreografía colectiva diseñada por Isabela Alfaro, directora del festival valenciano de danza Circuito Bucles.
De allí la formación ha marchado en pasacalles hacia La Base, epicentro de la cultura en la Marina, interpretando la obra ‘Femme força’, de Merche Femenía. Esta pieza ha marcado el compás de un programa musical en el que han predominado obras creadas por compositoras valencianas de diferentes épocas. ‘Delirio, ché’ de María Teresa Andrés, ‘Stachel’ de Amparo Edo, ‘Cien años de suspiros’ de Santiago Quinto, ‘Puerta grande’ de Elvira Checa, ‘Encarnita la de Llusian’ de José Vicente Egea, ‘Tota una vida’ de María José Belenguer y ‘La Marina’ de Vicent Mengual han completado el libreto de la jornada.
Para la cita, la Banda Sinfónica de Mujeres ha contado con una integrante especial: la artista urbana valenciana Alba García ha realizado un mural en directo que rinde tributo a la mujer como directora de orquesta. En la obra aparecen representadas dos referentes: Antonia Louisa Brico e Isabel López Calzada. La neerlandesa Brico (1902-1989) aparece en el mural junto al piano que la acompañó toda su vida y dirigiendo la Filarmónica de Berlín, en la que fue la primera mujer en llevar la batuta. Frente a ella se perfila la madrileña López Calzada (1968), bailando, pasión que le unió a la música, mientras que la mano que sostiene la batuta la distingue como creadora de la primera Orquesta Sinfónica de Mujeres de Europa. Además, los instrumentos de viento metal del mural responden a las críticas que recibía López Calzada: le decían que no encontraría mujeres que tocaran esos instrumentos.
Precisamente otra mujer directora ha protagonizado la jornada, Celia Torá Mateo (Abanilla, Murcia, 1990), quien ha debutado con este concierto al frente de la Banda Sinfónica de Mujeres de la FSMCV, una formación en activo desde 2015 y que sitúa en el primer plano de la escena a intérpretes de toda la Comunitat y de todas las edades.
«Este concierto nos sirve para poner de manifiesto el papel fundamental de la mujer como parte de nuestra música y, en concreto, de nuestras sociedades musicales», ha expresado la presidenta de FSMCV. «En nuestro colectivo podemos hablar prácticamente de paridad y si hace décadas era muy difícil encontrar mujeres tocando instrumentos de viento metal como trombones, trompetas, tubas… Por fortuna hoy esa realidad ha cambiado», ha apuntado González.
El concierto ha supuesto el broche a la programación dedicada por parte de la FSMCV a la acción y la reflexión en torno al 8M. La semana comenzó con la mesa redonda ‘Música en Femení’, que reunió a importantes mujeres de la escena musical valenciana para reflexionar sobre sus trayectorias y el camino hacia la igualdad.